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Satan Is Waitin
martes, 31 de enero de 2012
miércoles, 25 de enero de 2012
Historia absurda.
Las mil historias.
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Han roto el cristal de un coche, dicen que ha sido un loco. El loco vive ahí, en ese chalet… es lo que me dijeron cuando llegué a la escena.
- -Como me han dicho que estaba loco, he pedido refuerzos por radio. Comenta el primer agente.
La escena del suceso es la típica casa de campo. De dos plantas, un gran casoncio. Con arboleda fuera y con pinta de estar de puta madre. Una vez reunidos fuera, nos ponemos a meditar la forma de actuar y a predecir la escena. Éramos 12 ya los agentes que nos habíamos acercado al lugar.
- - La casa tiene dos entradas, vamos a ver si se puede ver algo por alguna, o podemos tocar al timbre. Dijo uno de los agentes.
La puerta era roñosa, de barrotes de cobre enrobinaos. En la lejanía se podía observar que la puerta de la casa estaba abierta, y fuera estaba un hombre sentado en una silla.
- -Saltamos y lo trincamos. Sugiere uno.
- -No hombre, eso seria allanamiento, si no es que es muy grave no tenemos potestad de hacerlo. Le contesta otro.
Al final, nos asomamos por encima de la verja y le chillamos para que se acerque.
- - Eh, tú!
- - Eh! Acércate!
- - Oye! Chsss! Oye!
Fueron las frases mas citadas por el cuerpo policial.
- -Esta mi hermano dentro! Le chilla el sentado, con toda la parsimonia del mundo.
- -Dile a tu hermano que salga. Le contestan algunos agentes.
Al cabo del rato y de parecer que no surgía efecto el hablarle, el hombre se levanta con vagancia y se acerca a la puerta pesaroso.
- -¿Cómo te llamas? Le digo.
El hombre tiene la mirada perdida, unas ropas harapientas y un olor a suciedad y estancamiento de mierda. El hombre parece que ni si quiera sepa que le están hablando. Lleva las manos en los bolsillos y no se ha dignado a contestar. Le vuelve a preguntar otro agente:
- -Eh, tú, que como te llamas?
- -Mmm…qué? Yo? Mmm… Pablo. Contesta él.
- -Muy bien Pablo… Ábrenos la puerta, sal aquí. Le responde el agente.
Pablo, mirando desconfiado, se asoma más por la puerta del jardín y nos dice que qué queremos. Que hacemos allí? Se pregunta desconcertado… Como si no fuera con el. No obstante, al final, al cabo de una charla muy poco fructífera, cede y nos abre la puerta. Una vez que hacemos que salga, le cacheamos por si esta armado o cualquier cosa. Desde la charla, ya habíamos notado que los comentarios de prevención acerca de la casa era cierta… esta loco, no era muy difícil percatarse. A ver, Pablo, que ha pasado? Le pregunto. Y el, súper inocente, me contesta: - No se. Yo no se nada. No sabes nada? Le intento persuadir. Él me contesta igual de inocente y tranquilo: No… No se nada. Todo con voz parsimoniosa, pausada y calmada, pero no era una voz de tranquilidad por saber que no es culpable de ningún acto, mas bien es una voz de alguien al que le cuesta hablar… alguien que no lo hace con frecuencia. Viendo que con el no vamos a avanzar mas en nuestra investigación, le pedimos que nos traiga a su hermano. Ahí parece que le hemos activado. Pablo, un poco nervioso, mirando hacia la casa se acerca y me dice: - No, no, que se cabrea. Para tranquilizarle le digo que tranquilo, que no se va a enfadar. Él, desconfiado, vuelve a aceptar y va en su búsqueda. En ese momento, aprovechamos para entrar todos y seguirle.
Una vez dentro de la parcela, llegamos a su puerta. Entra y nos quedamos fuera esperando. Como nos temíamos, la casa es una pocilga. Un hervidero de mierda. Pasan 2 o 3 minutos y ahí no sale nadie… ¿Pablo? ¿Pablo? Le gritamos. Me giro al resto del cuerpo y les digo que tengamos muchísimo cuidado. Que esta como una puta chota, en cualquier momento sale con una escopeta y somos pasto de historia de periódico. Los 12 policías muertos en una parcela a manos de un loco, ya me veo el titular. Todos se dispersan, uno detrás de un árbol, otro detrás de las escaleras… El que no tiene la mano encima del revolver es porque tiene el revolver en mano. Al cabo de un rato, vemos salir a Pablo, sin armas, es un alivio. Le sigue otro hombre (su hermano). El hombre es mas sucio aun que Pablo. Lleva unos pantalones vaqueros, bueno, lo que habían sido una vez. Solo le queda la parte de arriba de las pantorrillas. Tiene una camiseta totalmente destrozada y sucia. Es un hombre corpulento, por no decir gordo. Se ve que no tiene cinturón, por lo que se agarra los vaqueros con la mano. Como su hermano Pablo, esta como una puta chota. Le preguntamos que si sabe algo. Que ha pasado? A lo que él nos contesta: No se, no se nada. Y ya esta. Se calla. Ni si quiera le interesa saber por que estamos ahí.
- - Como te llamas? Le pregunto.
- - Fernando.
- - Muy bien Fernando. Que ha pasado, a ver, cuéntanos. Le sigo diciendo.
- - No se, no se nada.
-Vaya, parece ser que no hay manera.
- -No sabes nada Fernando? ¿Seguro? Totalmente incrédulos.
- -No… Esta mi hermano… Nos contesta el
- -Venga, dile que salga. Le contesto yo, atónito a lo que esta sucediendo en esta casa.
- -No, no, no. Se va a cabrear.
- -No, no se cabrea, tranquilo. Le persuado como al otro hermano.
Esto es totalmente surrealista. Pablo se queda con nosotros mientras que Fernando va en busca de su hermano. Mientras tanto, aprovechamos para entrar 5 agentes detrás de él. Después de pasar varias habitaciones de inmundicia, llegamos a la cocina. Donde esta el 3 hermano… Luis. Se acerca a nosotros y se apoya en la puerta. Nosotros con mucho detenimiento observamos que en la cocina hay cuchillos por todos lados e intentamos mantener una distancia de seguridad. Cuando comprobamos que no corremos peligro. Le decimos que salga a lo que él nos contesta que tiene que apagar el fuego. En ese momento se acerca Fernando a un policía y le dice:
- -Ves, se cabrea, se va a cabrear.
Un agente esta rápido y le coge antes de que se gire y le dice que no se preocupe, que el fuego está apagado, que salga ya, de manera que él no tenga la posibilidad de armarse. Una vez fuera de la casa, y junto a sus otros dos hermanos, repiten el proceso.
- -Como te llamas? Le pregunto.
- - Luis.
- - Muy bien Luis. Que ha pasado, a ver, cuéntanos.
- - No se, no se nada.
- - Pffff. Esto es de locos. Queda alguien en la casa? Le pregunto con cierto miedo a la respuesta.
- - Si… Esta mi hermano.
- -Joder… Venga, dile que salga.
- - No, no, no, se va a cabrear.
- -Donde esta? Puesto que ya habíamos visitado todo el habitáculo.
- - En el piso de arriba, durmiendo. Nos contesta temeroso.
En ese momento, me dirijo a un par de compañeros y le digo: xéé, vamos por él. Subimos al 2 piso, entramos en el cuarto y ahí esta, durmiendo. Lo despierta un compañero y se despierta. Hostias es nuestra reacción. Este si que esta como una puta chota. Solo con verlo ya sabes que esta como una regadera. Una cara totalmente de persona ida, de que vive mas en su mundo de fantasía que en este. Le decimos que venga con nosotros abajo y él lo único que contesta es: - ETA? Sois la ETA? O la policía? No, la ETA? Totalmente desconcertante.
Una vez los tenemos a los 4 hermanos abajo empezamos el juego. El juego de descubrir cual de los 4 enfermizos hermanos ha roto la ventanilla del coche con un trozo de hormigón. Me dirijo a Pablo que parece que es el más sensato, dentro de lo que cabe. La verdad es que no sabría cual de todos es más sensato. Fernando se sujetaba los pantalones. Luis andaba de un lado para otro. El recién levantado no hacia nada, pero parecía que ni si quiera estuviera en este mundo y Pablo, bueno, Pablo tenia las manos en el bolsillo, estaba tranquilo.
- -A ver Pablo, que ha pasado? Le intento sacar algo de información.
- - No se, no se nada.
A lo que otro agente le dice:
- -Venga Pablo, díselo, tu y yo sabemos lo que ha pasado. Para hacerle entrar en razón, de que lo sabemos, pese a que no tenemos ni la menor idea.
Y ahora, el punto álgido, totalmente absurdo de toda la historia donde Pablo mira a otro compañero y le dice:
- -Ahh, ya, ya, y tu lo sabes? Señalando con el dedo y entrecerrando los ojos como si quisiera interrogarle.
El compañero le dice que no, que el acaba de llegar, que le explique que ha pasado ahí, que sabe. A lo que él, en otro acto de totalmente absurdo dice:
- -Hombre, yo se, yo se, yo se de dirección prohibida.
- -Y que mas sabes Pablo, venga, que tú lo sabes. Le anima uno.
- -Psss… Pues si no es de dirección prohibida, pues… no se no se. Seguro que no es eso?
Cuando coge mi compañero y le dice:
- - Venga Pablo, si que lo sabes. Díselo ya que este si que se va a cabrear. Señalándome a mi con discreción como para hacer que yo no me enteraba y así meterle el miedo en el cuerpo.
- -Ahhhh. Ya. Tiene que ver con una piedra, no?
- -Muy bien Pablo, que ha pasado, quien ha sido?
- - Pero y la dirección prohibida? Que pasa con eso? El erre que erre.
- -Vamos Pablo, primero la piedra y luego la dirección prohibida.
- - Ah, no se, ha sido Luis.
En ese momento, miramos a Luis y Luis se mete para dentro de la casa. En dirección a la cocina. Un par de agentes van y lo retienen. A donde vas? Le preguntan. A lo que él les contesta que tiene que apagar el fuego, que esta encendido. Una vez más calmado. Le preguntamos que porque ha hecho eso de la piedra contra el cristal. Y el, como si fuera lo mas del mundo dice:
- -La lavadora no funciona.
Ya no se si reírme o llorar. Es totalmente absurdo todo en esta casa joder.
- - Como que la lavadora no funciona? No puedes romper un cristal de un coche por que no funcione… Le respondo.
- -Mmm… No funciona. Y me cabreo.
- -Ya, pero no puedes hacerlo.
- - Si. Totalmente coherente, como si estuviera jugando conmigo, como si el tuviera toda la razón del mundo.- Ayer si que funcionaba, y hoy, no. Alguien la ha tocado, y han sido ellos.
Joder, joder, joder. Esto se pone muy feo, pfffff. Estos están como una regadera. Esto parece mas bien una historia de película americana.
- -Mira. Continúa diciendo. La enchufo y no va. Ahora mira, la pongo en este enchufe y mira eh, ves, si que va. Me he cabreado y ahora va. Sí, sí Luis. Vamos, sal conmigo.
Una vez fuera de la casa. Llamamos por radio para ver que hacemos con esta gente. Llevarle a comisaria, que venga un SAMU para que los analice por si hay que internarlos. A lo que Fernando hace ruiditos extraños. Típicos ruiditos que hacen los locos de las películas y que no sean creibles, pues lo eran, y mientras, se frotaba las manos. Luis mientras tanto decía y chillaba: Manicomio NO, Manicomio NO. Y el sobado que ni si quiera sabemos su nombre decía: Con ETA NO, NO.
Al final, llega el jefe en funciones este día y llega con otro hombre. El hombre dice que es hermano de los 4 locos. Y nada, hablando como una persona normal que vive con los pies en la tierra, les comenta a los agentes que sus hermanos tiene una minusvalía del 75% psíquica, con baja del manicomio y con una pensión de 400 € al mes. Que su padre tiene 87 y esta en una residencia y que le sobra el dinero y cuando estos hacen cualquier cosa y rompen algo, su padre lo paga y punto, no quiere saber nada de ellos. Y además, nos dice señalando con el dedo:
- -Veis aquel coche?
- - El destrozado? Le pregunto.
- - Si. Es mio. Lo traje aquí un día a visitarles, y lo rompieron en un descuido por mi parte. Ahora ya lo he dejado ahí y cuando les apetece y se cabrean, lo rompen. Y veis el de al lado?
- - Si, claro, también hecho polvo.
- -Si, es el de mi mujer. Otro día que vine, me hicieron lo mismo.
Por suerte para nosotros, este hombre era totalmente cuerdo y nos relajo a todos. Gracias a dios, nos dio todos los papeles del seguro, y el teléfono para que nos pusiéramos en contacto después de hablar con el denunciante del coche roto, por si surgía cualquier tipo de problema.
Es una historia muy absurda, pero vamos, que no habré visto ya en mi trabajo. Pese a la incertidumbre y al miedo que se puede sentir en estas soluciones, luego llego a casa y se lo cuento a mi hijo. Nos echamos unas risas y las anécdotas hacen que el trabajo sea más llevadero.
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Escribo como quiero, con mis faltas, con mis diálogos a cachos y con un lenguaje culto y cultivado. Cuando vosotros escribáis algo, yo lo leeré y lo juzgare como vosotros hacéis conmigo.
Un saludo y cuidado. Ellos os vigilan.